La alimentación intuitiva tiene sus raíces en la investigación basada en la evidencia sobre los beneficios para la salud asociados con la alimentación intuitiva, es un marco para la salud a largo plazo que utiliza el cambio de comportamiento, la psicología, la autoconciencia y las prácticas de intuición en lugar de planes de dieta restrictivos o reglas a seguir.

Afortunadamente, estamos viendo que la alimentación intuitiva se convierte en una conversación cada vez más recurrente a medida que el aumento de la cultura no relacionada con la dieta gana impulso. La alimentación intuitiva es una forma de comer y vivir que es única: en esencia, es una forma de conectarse con nuestras necesidades únicas de alimentación y del cuerpo.

El término alimentación intuitiva fue establecido en 1995 por dos dietistas registrados con el nombre de Evelyn Tribole y Elyse Resch. El movimiento de alimentación intuitiva comenzó antes de esta terminología acuñada con profesionales como la psicoterapeuta Susie Orbach en 1978 con su trabajo con la psicología de la dieta en mujeres, la autora Geneen Roth a principios de la década de 1980 hablando de la alimentación emocional, y la nutricionista Thelma Wayler en 1973 comenzó un programa de control de peso que se centra en la alimentación emocional y los cambios en el estilo de vida para la salud a largo plazo.

Con una historia que se remonta a la década de 1970, ¿por qué nos ha llevado tanto tiempo como sociedad tomar nota de este estilo de vida y de comer? La cultura de la dieta, las presiones sociales, la exposición a los medios, la imagen corporal, los planes de dieta y más tienen mucho que ver con esto.

Algunas palabras clave o frases que puedes encontrar al aprender más sobre la alimentación intuitiva o los practicantes de esta filosofía son palabras como intuición, entrenador de alimentación intuitiva, cultura anti-dieta, anti-dieta, dietista anti-dieta, IE, HAES (Health At Every Size ), y más.

¿Qué es la intuición y qué tiene que ver con sus hábitos de salud y nutrición? Mucho en lo que respecta al marco de alimentación intuitivo y, en general, a vivir una vida más consciente y conectada con su cuerpo (mente-cuerpo).

La intuición es un conocimiento central, es una conexión y autoconciencia. No puedes dejar de pensar en tu intuición porque la intuición no se basa en el pensamiento, sino en el sentimiento. Tan pronto como creas que puedes explicar tu intuición, no es tu intuición. Tan pronto como pienses o expliques tu intuición, no es tu intuición. La intuición se basa en los sentimientos y es una sensación de conocimiento.

La autorreflexión y la práctica de estrategias y técnicas basadas en la mente y el cuerpo pueden ayudarlo a sintonizar su intuición. Desde que empecé a ejercer como profesional y ahora de la mano de Juliana Vélez de Nutrition is Cure, empecé a hablar de temas que van más allá de comer balanceadamente, para hablar de cómo cuidarse, establecer límites, estrategias de atención plena para el día a día, por qué las dietas no funcionan, etc.

Ser consciente de sí mismo, estar conectado y reflexivo son áreas clave para ejercitar la intuición a fin de aplicar prácticas alimenticias intuitivas en tu vida.

Beneficios para la salud de la alimentación intuitiva
Hay cientos de estudios sobre múltiples variaciones de alimentación intuitiva, dietas, salud, entre otros. Los beneficios mentales, emocionales, físicos y espirituales de usar estos principios pueden tener un impacto significativo en la vida de uno. Desde mejorar la autoestima, las imágenes corporales y la calidad de vida en general hasta reducir la ansiedad y la depresión.

Las tasas de retención de las personas que siguen esta forma de comer y vivir también son mucho más altas que las de una dieta. Lo que logra índices de masa corporal más bajos, tasas más bajas de alimentación emocional, tasas más bajas de alimentación desordenada, y mejores niveles de patologías como el colesterol, trigiceridos, etc.

Si crees que puede ser una herramienta para ti, pero aún no sabes muy bien cómo empezar a implementarla en tu vida, te recomiendo consultar con un profesional que entienda la nutrición y su relación con la psicología.